Servimedia: Entrevista – Vivir en silla de ruedas fue “un descanso emocional y psicológico”
Pasar a vivir en silla de ruedas suele ser un trauma para la mayoría de las personas. Pero el economista y analista financiero Pablo Gil admite que en su caso fue “un descanso emocional y psicológico” tras cuatro décadas de caídas accidentales y lesiones físicas por las dificultades para caminar con una enfermedad degenerativa como la atrofia espinal crónica, con la que nació en 1966.
“Tenía que haberlo hecho hace muchos años”, relata en una entrevista a Servimedia en el salón de su casa en Madrid. Allí tiene montada su propia oficina, con un pequeño despacho de unos diez metros cuadrados donde cabe su silla de ruedas y una gran mesa con su ordenador, tres monitores para seguir la evolución de los mercados internacionales y una cámara mediante la que casi a diario conecta en directo con más de 173.000 seguidores en YouTube, 80.000 en Twitter y 38.000 en Instagram.
Pablo es uno de los analistas económicos con mayor prestigio en España y uno de los pocos plenamente independientes, sin vinculación a partidos políticos ni a sectores ideológicos. Su éxito es fruto del “esfuerzo” profesional a lo largo de casi cuatro décadas pero, sobre todo, de la superación personal constante durante 56 años de vida. Ahora lanza el libro ‘Aprendiendo de las crisis anteriores para invertir con éxito en el futuro’, un encargo de la editorial Deusto en el que repasa las crisis económicas del último medio siglo para aprender de ellas y arrojar luz sobre la situación internacional actual.
Su historia es la de un hombre luchador desde poco después del parto, cuando sus padres empezaron a detectar que tenía dificultades para andar y se tropezaba “con frecuencia” porque las puntas de los pies estaban inclinadas “hacia el suelo”. Entonces iniciaron la búsqueda de una explicación con todo tipo de médicos y neurólogos, hasta que el doctor Portera atinó con el diagnóstico.
Pablo Gil escuchó de niño junto a su familia que la atrofia espinal iría extendiéndose al resto del cuerpo y que con 20 años tendría que “estar en silla de ruedas”. Sin embargo, ni sus padres ni él se vinieron abajo con esos pronósticos por mucho que cada año estuviera “peor” y a veces se hundiera. Tampoco cuando en el colegio le apodaron “patachula” ni cuando le acosaban por ser “el eslabón débil”. Nadie hablaba de ‘buylling’ en aquella época pero existía y quien lo frenaba era su hermano, un año mayor. La familia fue “un colchón de seguridad brutal”.
Tenía dificultades crecientes para desplazarse pero sus padres no distinguían entre hijos. Nadaba, patinaba, practicaba hípica, aprendió a navegar, hacía motocross pese a no usar el talón e incluso competía en ping pong. Más tarde empezó a esquiar en silla adaptada y ahora corre con tres tipos de ‘handbike’ diferentes. Moverse por el barrio resultaba complejo pero sus padres le mandaron a Estados Unidos a estudiar en 1983, cuando no había Internet y las comunicaciones con la familia eran cada varias semanas.
“A mí me han exigido lo mismo que al resto en casa y eso te hace de una manera. Cuando tu entorno funciona así de bien y no te deja caer en la autocomplacencia y no ser condescendiente con tu enfermedad. Ahora lo pienso y tuvo que ser muy duro para mis padres”. La peor fase posiblemente fue la adolescencia, cuando quería “ligarse a una chica” con sus circunstancias. Pero su hermano “era un playboy” y, como en el resto de las cosas, Pablo pensaba: “si él puede, yo también”.
Rozando la mayoría de edad empezaron las lesiones graves. Las piernas no aguantaban y caía al suelo con frecuencia. Como un plomo. Los tobillos se torcían constantemente y se repitieron las fisuras en los empeines. Aún así, lo que más le dolía era mancharse la ropa y caerse delante de la chica que le gustaba. Ahí empezó una fase “muy complicada de gestionar”. “Por primera vez empecé a ponerme limitaciones. Había cosas que no podía hacer pero decía que no quería con tal de no reconocerlo”.
Por ejemplo, cuando empezó a trabajar renunciaba a ir a comer a restaurantes con compañeros “porque no podía llegar andando”. Caminar por un pasillo consistía en avanzar paso a paso agarrado a una barandilla o cualquier tipo de objeto, como el escalador que sube poco a poco la cima colgando las manos de presa en presa. “El momento clave es cuando dejas de mentirte a ti mismo, dices a la gente que ahí no puedes llegar y buscas el modo de hacerlo de otra manera”.
Pablo Gil se ha convertido también en un referente para muchas personas con discapacidad o con otras adversidades en la vida. Entre sus exitosos vídeos sobre análisis financiero se cuelan algunos sobre superación personal. “El mundo de una persona con discapacidad cambia cuando sustituyes el no puedo por cómo lo hago”, sentencia. “Pero para llegar a eso necesitas muchas décadas de haberlo vivido y haberlo superado. Mientras tanto, piensas qué opinará el que me está viendo y a veces nosotros mismos somos los jueces más duros”.
Mientras tanto, su carrera profesional ha avanzado de forma fulgurante. Tras licenciarse en Empresariales en Cunef, fue director del Departamento de Análisis Técnico y Cuantitativo del Banco Santander entre 1990 y 2000. Después en BBVA fue socio fundador del primer Hedge Fund Market Neutral en España entre 2000 y 2013 con casi 500 millones de euros bajo gestión. Ahora es estratega jefe de XTB España y Latinoamérica, lo que le sirvió para ser reconocido en 2022 con el Premio al Mejor Analista Técnico. Puedes seguir leyendo la entrevista aquí…