Rompiendo el Mercado: Cómo sacar partido a tu dinero
En este artículo quiero compartir mi reciente entrevista en el podcast “Rompiendo el mercado” con Laura Guzmán. Durante la charla, profundizamos en cómo ha evolucionado mi estrategia de inversión a lo largo de los años y los criterios actuales que aplico para optimizar la rentabilidad ante la volatilidad del mercado. Además, comparto mis pronósticos para la economía y los mercados en lo que resta de 2024, analizando desde la posibilidad de recesiones y la potencial bajada de los tipos de interés, hasta cómo el desarrollo económico de China podría moldear nuevas oportunidades y retos a nivel global.
¿Cómo empezé en el mundo de la inversión?
Mi entrada al mundo de la inversión fue fortuita, como suele ocurrir con muchos grandes cambios en la vida. Mientras estudiaba Empresariales en CUNEF, tuve la oportunidad de hacer prácticas en Banco Santander, específicamente en la tesorería. Esta experiencia inicial fue como entrar a una sala de película, con monitores verdes, luces y operadores negociando cifras astronómicas. Me enamoré del dinamismo y la intensidad de este mundo desde el primer minuto.
Con el tiempo, escalé posiciones, llegando a cofundar un fondo de inversión bajo el paraguas del BBVA que gestiónó 500 millones de dólares. Sin embargo, lo que verdaderamente moldeó mi carrera fue mi deseo de entender cómo funcionaban los mercados y compartir ese conocimiento, especialmente después de observar la cantidad de información errónea que circula en el mundo del trading.
Las lecciones de los primeros años
Mi primera experiencia como inversor fue, como la de muchos, un golpe de realidad. Administrando las acciones de mi padre, experimenté la euforia del alza del mercado en 1986, solo para enfrentarme al crash de 1987 y vender en el peor momento. Esa lección me enseñó la importancia de la preparación y del conocimiento para tomar decisiones fundamentadas.
Con los años, también aprendí que no se trata solo de conocimiento técnico o fundamental, sino de entender la psicología del mercado y, lo más importante, nuestra propia psicología como inversores. Aprender a controlar las emociones y aceptar que los errores son inevitables es esencial para sobrevivir y prosperar en este entorno.
¿Cómo ha evolucionado el mercado y la inversión?
El mercado que conocí en mis inicios es muy distinto al actual. Antes, la inversión estaba limitada a unos pocos profesionales debido a las barreras de acceso, como el alto coste de los datos. Hoy, gracias a la democratización de la inversión, cualquiera puede acceder al mercado, aunque muchos lo hacen con poco conocimiento, lo que genera situaciones especulativas y volátiles.
La tecnología y la globalización han transformado el panorama. Sin embargo, una constante que he observado es la importancia de adaptarse. El mercado es impredecible, y eventos inesperados como el auge de las «meme stocks» o la irrupción de criptomonedas son ejemplos de cómo las tendencias pueden desafiar nuestra comprensión tradicional.
La psicología del mercado y la importancia de gestionar el riesgo
Uno de los mayores cambios en mi carrera ha sido mi comprensión del papel de la psicología en el trading. Al principio, me costaba aceptar que el mercado puede comportarse de manera irracional durante largos periodos. Hoy, entiendo que para ganar dinero no siempre es necesario tener razón, sino saber cómo piensan los demás inversores y actuar en consecuencia.
La gestión del riesgo es otro pilar fundamental. He aprendido que minimizar las pérdidas cuando te equivocas y dejar correr los beneficios cuando aciertas es clave para el éxito a largo plazo. No se trata de acertar siempre, sino de gestionar tus operaciones de manera que el resultado neto sea positivo.
¿Dónde estamos hoy? Mi visión del mercado actual
El contexto actual está marcado por desequilibrios significativos. En Estados Unidos, el gasto fiscal sigue siendo elevado, llevando la deuda al PIB a niveles históricos. Por otro lado, en Europa, la política fiscal ha sido más restrictiva, lo que ha resultado en crecimientos económicos anémicos.
A pesar de esto, las bolsas siguen en máximos gracias a la enorme liquidez disponible. Este entorno beneficia a los activos financieros, pero también crea una burbuja que podría tener consecuencias graves en el futuro. La inteligencia artificial y la transición tecnológica presentan oportunidades interesantes, pero es crucial identificar qué empresas se beneficiarán realmente a largo plazo.
¿Hacia dónde vamos? La importancia de China y las nuevas potencias
En mi opinión, el orden mundial está cambiando. Estados Unidos ha liderado durante décadas, pero el crecimiento de China es innegable. Con menores valoraciones y un gran potencial de desarrollo, creo que es un mercado que ofrece oportunidades únicas para los inversores dispuestos a asumir cierto riesgo.
Sin embargo, esta transición también plantea retos. La competencia entre potencias y las tensiones geopolíticas podrían impactar significativamente en los mercados. Como siempre, es fundamental estar preparado y mantener una visión a largo plazo.
¿Qué esperar del futuro de la inversión?
El futuro está lleno de incertidumbres, pero también de oportunidades. La clave está en mantenerse informado, diversificar y adoptar un enfoque disciplinado. La tecnología seguirá desempeñando un papel central, pero la gestión del riesgo y la psicología del mercado seguirán siendo igual de importantes.
Como inversores, debemos centrarnos en preservar el valor de nuestro patrimonio y aprovechar las oportunidades cuando surjan. La historia nos enseña que los ciclos siempre se repiten, y estar preparados para ellos marcará la diferencia.
Conclusión
Si algo me han enseñado estos 40 años es que la inversión es tanto un arte como una ciencia. No se trata solo de números y análisis, sino de entender el comportamiento humano y gestionar nuestras propias emociones. Espero que estas reflexiones te ayuden a acercarte a los mercados con una perspectiva más amplia y a tomar decisiones más conscientes.
Recuerda que invertir no es solo una cuestión de dinero, sino de aprendizaje continuo y de adaptación a un mundo en constante cambio. Gracias por acompañarme en este viaje, y espero que podamos seguir aprendiendo juntos.