Rankia Markets Experience 2024: Buenos Aires

Colaboraciones y medios11 Jul. 2024

Muchísimas gracias por acompañarme en esta charla. Estoy encantado de poder compartir algunas reflexiones personales y profesionales sobre la situación económica y geopolítica global. Cuando me pidieron que hablara en tan solo 30 minutos, me planteé cuáles serían los temas más relevantes, aquellos pilares que uso para tomar decisiones de inversión y que pueden ofrecer claridad en el panorama actual: la situación macroeconómica, el papel de los mercados y la influencia de la psicología en nuestras decisiones. Hoy quiero centrarme en la macroeconomía y la geopolítica, dos factores cruciales que están definiendo el futuro del mercado y las inversiones a nivel mundial. Veremos cómo estos temas influyen en los cambios estructurales que vivimos y que afectarán a las próximas generaciones.

Índice de contenidos

Cambio en el modelo económico global: La decadencia del G7 y el auge de los BRICS

En las últimas décadas, el poder económico mundial ha experimentado una transformación profunda. El llamado G7, compuesto por algunas de las economías históricamente más influyentes, está perdiendo su dominio.

Las razones van desde el envejecimiento poblacional hasta problemas de productividad, pasando por una disminución clara en la influencia geopolítica. El ejemplo más visible de este cambio se dio en el conflicto entre Rusia y Ucrania, donde muchos países fuera de la OTAN, en lugar de seguir al G7, continuaron su comercio con Rusia.

Por otro lado, los BRICS, ese grupo de economías emergentes que incluye a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, está ganando terreno. Con una gran población joven y, en muchos casos, un ritmo de crecimiento más fuerte, los BRICS no solo han incrementado su influencia en términos de PIB, sino que ahora poseen una presencia importante en los mercados de materias primas, especialmente en el sector energético.

En resumen, la estructura de poder económico a la que estábamos acostumbrados está siendo reemplazada.

Expansión de los BRICS y sus implicaciones geopolíticas

El crecimiento de los BRICS y su expansión para incluir otros países como Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos marca un cambio que probablemente lidere la economía mundial en las próximas décadas.

Las pirámides demográficas de estas naciones emergentes muestran una mayor cantidad de población joven, la cual impulsa el consumo y la innovación, mientras que los países del G7 presentan un envejecimiento que podría poner en riesgo su capacidad de mantener altos niveles de bienestar.

Impacto de la deuda y su efecto en las economías del G7

La deuda es uno de los temas que más preocupa a nivel mundial, y es un problema que afecta particularmente a las economías desarrolladas. El G7 ha visto cómo su deuda crece a niveles insostenibles.

Estados Unidos, por ejemplo, tiene una deuda pública que se estima supere el 130% de su PIB, una cifra incluso mayor que la deuda acumulada durante la Segunda Guerra Mundial. Japón es otro caso de endeudamiento extremo, con una deuda que asciende al 264% de su PIB y una economía que apenas ha crecido desde los años noventa.

Para muchos países, la deuda ha sido una herramienta que les ha permitido mantener una apariencia de estabilidad económica. Sin embargo, esto no es sostenible. Vivimos en un sistema en el que las decisiones de corto plazo suelen primar sobre las soluciones estructurales de largo plazo.

La deuda, que podría haber sido una medida temporal para estimular el crecimiento, se ha convertido en un recurso constante, llevando a muchos países al borde del estancamiento económico.

Las consecuencias de una deuda excesiva

Este endeudamiento masivo tiene consecuencias profundas. En el futuro, muchas economías podrían ver comprometida su capacidad de inversión y crecimiento debido a la necesidad de destinar una gran parte de sus presupuestos al pago de intereses de la deuda.

En un entorno donde los tipos de interés están destinados a subir, las obligaciones financieras se volverán aún más costosas. Estados Unidos, por ejemplo, destina un billón de dólares al año solo al pago de intereses, y se estima que esta cifra continuará en aumento.

Estados Unidos, China y el futuro de la guerra comercial

El conflicto comercial entre Estados Unidos y China, lejos de apaciguarse, se ha intensificado en los últimos años. Esta disputa tiene un impacto directo en la economía global, ya que ambos países representan una porción significativa del comercio mundial.

Bajo la administración de Trump, los aranceles y restricciones comerciales a productos chinos incrementaron, y aunque Biden mantuvo algunos de estos aranceles, ha continuado el enfoque de contención hacia China.

Esto ha contribuido a una división geopolítica que coloca a muchos países en una encrucijada, obligándolos a elegir entre dos bloques económicos rivales.

Este tipo de proteccionismo es un cambio importante respecto a la globalización de décadas pasadas, donde se promovía el libre comercio y la integración económica global.

Esta nueva era de proteccionismo multilateral podría tener repercusiones importantes en el crecimiento económico mundial, limitando la competitividad y elevando los costes de producción.

La guerra en Ucrania y el reacomodo de las alianzas internacionales

La invasión de Ucrania por parte de Rusia ha sacado a la luz las tensiones subyacentes en la comunidad internacional.

Aunque las naciones de la OTAN, encabezadas por los países del G7, intentaron aislar económicamente a Rusia, muchas economías emergentes continuaron comerciando con ella, desafiando las sanciones impuestas. Esto no solo refleja la pérdida de influencia del G7, sino que también destaca un cambio en el equilibrio de poder geopolítico.

En la práctica, esta guerra y el enfoque de los países en «sanciones» ha revelado un sistema de «países puente» que mantienen las relaciones comerciales indirectas con Rusia. Esta situación subraya la hipocresía de algunas decisiones políticas y la dificultad de aplicar sanciones de manera efectiva.

Las expectativas del FMI y el crecimiento de las economías emergentes

Las predicciones de crecimiento del Fondo Monetario Internacional (FMI) han mostrado que economías como China, India y Rusia siguen creciendo a pesar de las sanciones y dificultades globales.

Esto se debe en parte a la resiliencia de estas economías y su enfoque en mercados emergentes y acuerdos comerciales que les permiten sortear las barreras impuestas por Occidente.

Por el contrario, las previsiones para Europa y Estados Unidos muestran un crecimiento limitado en el futuro próximo, lo que apunta a una divergencia cada vez mayor entre las economías desarrolladas y las emergentes.

Es importante recordar que las proyecciones del FMI deben tomarse con cautela, ya que no siempre resultan precisas. En 2007, por ejemplo, el FMI preveía un crecimiento global optimista justo antes de la crisis financiera que afectó a prácticamente todos los países del mundo.

Esto nos recuerda que, aunque estas instituciones globales proporcionan guías importantes, no son infalibles y pueden ser sorprendidas por eventos imprevistos.

El futuro de las pensiones y los problemas de envejecimiento poblacional

En muchos países del G7, la pirámide poblacional está cambiando, y en algunos casos ya no se puede considerar una «pirámide». El envejecimiento de la población y la baja tasa de natalidad están generando problemas que podrían afectar profundamente a los sistemas de pensiones y la sostenibilidad económica.

Japón es un ejemplo extremo de esta tendencia, con más pañales para adultos vendidos que para bebés debido al bajo índice de natalidad. Este problema también se refleja en otros países del G7, como Alemania y España, donde el sistema de pensiones está en riesgo debido a una base contributiva cada vez menor.

Para mantener estos sistemas de pensiones, los países deben encontrar formas de aumentar la productividad y atraer a una población joven activa. Sin embargo, la tendencia hacia la automatización y el aumento de los costes laborales complican aún más este desafío.

Conclusión

Para finalizar, quiero expresar mi deseo de que las economías, especialmente las de aquellos países que atraviesan situaciones difíciles como Argentina, logren encontrar un camino hacia la estabilidad y el crecimiento.

Es evidente que estamos en un periodo de cambio estructural, donde los paradigmas económicos tradicionales están siendo cuestionados. Vivimos en un mundo interconectado y altamente dinámico donde, para prosperar, debemos adaptarnos a los cambios y buscar soluciones innovadoras.

Aunque los desafíos son muchos, estoy convencido de que hay oportunidades en cada dificultad y que con una visión estratégica y un enfoque en el largo plazo, podemos construir un futuro sólido para las generaciones venideras.

Ha sido un verdadero placer compartir estas reflexiones con todos vosotros. Espero que este análisis os haya sido útil y, como siempre, estaré disponible para profundizar en cualquiera de estos temas. Nos vemos en el próximo evento o en el blog, donde seguiré explorando estos temas que tanto nos apasionan.

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