Soy Pablo Gil, y en esta entrevista en el canal de YouTube de Juan Ramón Rallo, discutimos sobre la situación macroeconómica global, cómo esta afecta a los mercados financieros y también sobre el máster de inversión y trading que estoy lanzando. Además, abordamos varias economías importantes como la estadounidense, europea, china y japonesa, profundizando en cómo las políticas fiscales y monetarias, así como factores geopolíticos, influyen en los mercados de acciones, bonos y otros activos. También, hablamos sobre las oportunidades y desafíos para los inversores en un contexto marcado por la inflación, el crecimiento económico moderado y la volatilidad del mercado.
Juan Ramón Rallo: Pablo, ¿cómo describirías la situación económica actual de Estados Unidos?
Pablo Gil: Si tuviera que describir la situación actual de la economía estadounidense en una palabra, diría que está «dopada». A pesar de que muchos esperaban una moderación en las políticas fiscales en un año electoral, lo que hemos visto es exactamente lo contrario: un aumento masivo del gasto público, lo que ha llevado a un déficit fiscal considerable y a una deuda sobre el PIB que es una de las más altas entre las economías desarrolladas, sólo superada por países como Japón e Italia. Sin embargo, esto no parece estar afectando la economía de inmediato, gracias al estatus del dólar como moneda refugio y a la calidad crediticia de EE. UU.
Pero a largo plazo, esta situación podría llevar a problemas graves. El crecimiento económico actual y la revalorización bursátil están siendo sostenidos artificialmente por un gasto que, en realidad, el país no puede permitirse. La gran pregunta es cuánto tiempo más podrán sostener esto sin que surjan consecuencias como una pérdida de calificación crediticia, lo que podría llevar a un aumento de los costos de financiación y a una eventual crisis financiera. A pesar de ello, como inversores, debemos ser conscientes de que mientras continúe este dopaje fiscal, podríamos seguir viendo rendimientos positivos en los mercados.
Juan Ramón Rallo: Entonces, ¿crees que la situación actual podría llevar a una recesión?
Pablo Gil: Sí, es posible que veamos una desaceleración económica en los próximos trimestres. Las empresas que han gestionado bien sus deudas podrían soportar la situación durante un tiempo, pero si las tasas de interés se mantienen altas, esto erosionará la capacidad de consumo y de inversión, lo que podría desencadenar una recesión.
El sector más vulnerable es el consumo discrecional, que depende en gran medida de la capacidad financiera de los consumidores.
Juan Ramón Rallo: ¿Cuál es la relación entre la política fiscal de Estados Unidos y la inflación?
Pablo Gil: La relación es directa y preocupante. El gasto fiscal desmedido en EE. UU. está contribuyendo a mantener una inflación que, si bien no está en niveles de crisis, sigue siendo alta. Esto complica mucho el trabajo de la Reserva Federal, ya que aunque baje los tipos de interés, si el gasto público sigue disparado, la inflación difícilmente volverá al objetivo del 2%. De hecho, la inflación podría estabilizarse en torno al 3%, lo que obligaría a la Fed a mantener los tipos más altos de lo que el mercado espera.
Este entorno es especialmente complicado para las empresas que, aunque han logrado bloquear financiación a tipos bajos en el pasado, podrían enfrentarse a serios problemas cuando tengan que refinanciarse en los próximos años a tipos mucho más altos. Es probable que empecemos a ver una desaceleración del crecimiento económico y, eventualmente, una recesión si esta situación persiste.
Juan Ramón Rallo: ¿Cómo ves la evolución de los mercados bursátiles en Estados Unidos bajo estas circunstancias?
Pablo Gil: El mercado bursátil estadounidense ha estado en un rally impulsado en gran medida por la política fiscal expansiva y por el auge de la inteligencia artificial (IA). Las grandes empresas tecnológicas, especialmente las involucradas en IA, han liderado el mercado, pero esto también ha creado una distorsión significativa. Si eliminamos a los «siete magníficos» (las grandes empresas tecnológicas como Apple, Microsoft, Nvidia, etc.), el resto del mercado no ha mostrado un crecimiento tan robusto.
Esto sugiere que el mercado en general no es tan sólido como parece. Además, las valoraciones están en niveles históricamente altos, lo que podría ser peligroso si la inflación no cede y la Fed no baja los tipos de interés. Si bien a corto plazo podríamos seguir viendo subidas, a largo plazo existe un riesgo considerable de una corrección si las políticas fiscales y monetarias no se ajustan.
Juan Ramón Rallo: ¿Cómo podría afectar la inteligencia artificial (IA) al crecimiento a largo plazo de las grandes tecnológicas en Estados Unidos?
Pablo Gil: La inteligencia artificial (IA) ha sido un motor significativo para el crecimiento reciente de las grandes tecnológicas en Estados Unidos, liderando la recuperación del mercado. Sin embargo, aunque compañías como Nvidia han mostrado un crecimiento espectacular, no está claro cuánto tiempo más podrán sostener este impulso.
Además, otras grandes empresas tecnológicas como Apple y Microsoft están invirtiendo en sus propios desarrollos en IA, lo que podría fragmentar el mercado y reducir los márgenes para las actuales líderes. A largo plazo, las verdaderas ganadoras podrían ser empresas que aún no existen o que no están en el radar, como ocurrió durante la revolución de internet. La clave será ver cómo evoluciona la competencia y la adopción de IA en diferentes sectores.
Juan Ramón Rallo: ¿Cómo afecta esta situación al resto del mundo, en especial a Europa y Asia?
Pablo Gil: Europa ha estado en una situación complicada, con un crecimiento muy débil y una inflación que ha sido más persistente de lo esperado. La economía europea ha estado flirteando con la recesión, y aunque hemos visto algunas señales de recuperación, especialmente en el sector servicios, la inflación sigue siendo un problema. Esto ha obligado al Banco Central Europeo (BCE) a mantener los tipos de interés más altos de lo que muchos esperaban, lo que está afectando el consumo y el crecimiento económico.
En Asia, la situación es variada. China ha tenido que enfrentarse a una desaceleración en su crecimiento, en parte debido a la crisis en el sector inmobiliario y a la guerra comercial con EE. UU. Sin embargo, el gobierno chino está tomando medidas para estimular la economía, como la emisión de bonos de largo plazo y la intervención en el mercado de la vivienda. A pesar de los desafíos, la economía china podría sorprendernos con una recuperación más fuerte de lo esperado si estas medidas tienen éxito.
Japón, por otro lado, está en una encrucijada. Después de décadas de políticas monetarias ultraexpansivas, el Banco de Japón está comenzando a ajustar su política, lo que podría tener grandes implicaciones para los mercados globales, especialmente si los inversores japoneses comienzan a repatriar capital de otros mercados para invertir en bonos locales.
Juan Ramón Rallo: ¿Qué impacto podrían tener las tensiones geopolíticas, como una posible invasión de Taiwán por parte de China, en los mercados globales?
Pablo Gil: Una invasión de Taiwán por parte de China tendría un impacto devastador en los mercados globales. Aunque la bolsa china sufriría enormemente, las bolsas estadounidenses y europeas también verían caídas significativas debido al enfrentamiento entre las dos mayores economías y potencias militares del mundo.
La situación es tan grave que, en mi opinión, confío en que no ocurra. Los líderes chinos son conscientes de las enormes consecuencias económicas y militares de un conflicto de este tipo, por lo que es probable que sigan utilizando la presión diplomática y económica para evitar una confrontación directa.
Juan Ramón Rallo: ¿Qué piensas sobre la situación en Europa, especialmente en comparación con Estados Unidos?
Pablo Gil: Europa ha estado coqueteando con la recesión durante más de un año. A diferencia de Estados Unidos, aquí hemos visto una política fiscal más responsable, lo que ha frenado el crecimiento, pero también ha mantenido la inflación más controlada. No obstante, la inflación podría volver a subir, lo que limitaría la capacidad del Banco Central Europeo para bajar las tasas de interés de manera significativa. En términos de crecimiento, Europa podría estabilizarse en torno al 0.5-0.6%, lo que no es espectacular, pero al menos evitaría una recesión profunda.
Juan Ramón Rallo: ¿Cuáles son las perspectivas de crecimiento para la economía española y cómo se compara con el resto de Europa?
Pablo Gil: La economía española ha mostrado un crecimiento relativamente robusto en comparación con otras economías europeas, pero este crecimiento ha sido impulsado en gran medida por políticas fiscales expansivas y una deuda pública elevada.
Aunque España ha recuperado su nivel de PIB per cápita previo a la pandemia, sigue rezagada respecto a otros países como Italia y Portugal. El país enfrenta desafíos estructurales como el desempleo juvenil, la inflación y la sostenibilidad de su deuda pública, lo que limita su capacidad de crecimiento a largo plazo en comparación con otras economías de la Eurozona.
Juan Ramón Rallo: ¿Cómo ves el impacto de estas políticas en los mercados financieros europeos?
Pablo Gil: El mercado europeo tiene valoraciones más ajustadas que el estadounidense, lo que lo hace menos vulnerable a una corrección severa. Sin embargo, sectores como el consumo discrecional podrían verse afectados negativamente si las tasas de interés no bajan tanto como se espera.
Por otro lado, sectores como el bancario y el tecnológico, especialmente empresas como ASML, podrían beneficiarse en este entorno.
Juan Ramón Rallo: Hablemos de Asia, ¿cómo ves la situación en China y Japón?
Pablo Gil: China está en un proceso de transformación económica, pasando de ser una economía industrial emergente a una más desarrollada. Aunque enfrenta desafíos como la burbuja inmobiliaria y el alto desempleo juvenil, su gobierno está implementando políticas de estímulo que podrían estabilizar la economía. A pesar de los riesgos, creo que la bolsa china ofrece valoraciones atractivas en comparación con otras grandes economías.
En cuanto a Japón, su economía ha estado estancada durante décadas, con un crecimiento cercano a cero. Sin embargo, el Banco de Japón está comenzando a ajustar su política monetaria, lo que podría tener implicaciones significativas tanto para los mercados locales como para los globales. Japón es el mayor tenedor de deuda estadounidense, y cualquier cambio en su política de compra de bonos podría afectar los costos de financiación en Estados Unidos y en otros lugares.
Juan Ramón Rallo: ¿Cómo deberían prepararse los inversores para un posible cambio en las políticas monetarias del Banco de Japón?
Pablo Gil: Los inversores deben estar preparados para un posible endurecimiento de la política monetaria del Banco de Japón, que hasta ahora ha sido extremadamente expansiva.
Si el Banco de Japón continúa ajustando sus políticas, podríamos ver un aumento en los rendimientos de los bonos japoneses, lo que podría llevar a una repatriación de capitales y a un incremento en el costo de financiación para otras economías, especialmente Estados Unidos.
Los inversores en bonos globales deberían considerar el riesgo de una disminución en la demanda de deuda extranjera por parte de Japón, lo que podría generar volatilidad en los mercados de renta fija a nivel mundial.
Juan Ramón Rallo: ¿Qué riesgos ves en el horizonte para los inversores en estos mercados?
Pablo Gil: Los mayores riesgos incluyen una posible recesión en Estados Unidos si las tasas de interés permanecen altas, un estancamiento prolongado en Europa si no se controla la inflación, y en Asia, el riesgo de una crisis más profunda en el sector inmobiliario chino. Además, un conflicto geopolítico en Taiwán podría desestabilizar los mercados globales, afectando tanto a China como a Estados Unidos.
Juan Ramón Rallo: ¿Qué papel juega la psicología del trading en la toma de decisiones de inversión en entornos de alta volatilidad?
Pablo Gil: La psicología del trading es fundamental en entornos de alta volatilidad. No importa cuán sólida sea tu metodología de inversión si no tienes la disciplina para seguirla. Las emociones como el miedo y la euforia pueden llevar a decisiones impulsivas que socavan incluso las estrategias más bien pensadas.
En estos entornos, es esencial aprender a controlar el estrés, gestionar adecuadamente los riesgos, y mantener la disciplina en la ejecución de la estrategia, algo que solo se logra con experiencia y formación adecuada. Este es un aspecto clave que cubro en mi máster, donde enseño cómo mantener la calma y la consistencia en la toma de decisiones de inversión.
Como inversores, nos encontramos en un momento de gran incertidumbre, con muchas fuerzas en juego en los mercados globales. La situación en Estados Unidos, con una economía dopada por el gasto fiscal, la incertidumbre en Europa, la reestructuración económica en China y los cambios en la política monetaria en Japón, hacen que sea más importante que nunca tener una estrategia bien diversificada y estar preparados para adaptarnos a cambios rápidos en el entorno económico y financiero.
En mi reciente formación en trading profundizaré en estas temáticas y proporcionaré herramientas y metodologías para que los inversores puedan navegar en este complejo panorama con mayor confianza y conocimiento. Mi objetivo es compartir mi experiencia de casi cuatro décadas en los mercados y ayudar a los participantes a tomar decisiones de inversión más informadas y efectivas.