Hoy quiero hablar sobre un fenómeno que está generando muchas preguntas y controversias en el mundo de la inversión: la gran rotación. Hemos pasado de las “7 magníficas” a las “7 maléficas”, y lo cierto es que la situación actual del mercado está planteando retos importantes para los inversores. Vamos a profundizar en ello.
En este último año, la bolsa china ha tenido un rendimiento un 50% superior al de la estadounidense. Desde el 1 de enero de 2024, la bolsa europea también ha mostrado un comportamiento destacado, especialmente si tenemos en cuenta que hace poco nadie apostaba por ella.
¿Por qué sucede esto? La respuesta está en los estímulos fiscales. Estados Unidos, bajo el mandato de Biden, aplicó un gasto fiscal masivo, lo cual es como inyectar adrenalina directamente al mercado. Ahora, el panorama ha cambiado. Mientras que Trump promete retirar estos estímulos, Europa y China están aplicando políticas similares a las que llevaron al éxito del mercado americano en el pasado.
La conclusión es clara: la bolsa está directamente ligada a la liquidez y los estímulos. Cuando estos se aplican, el mercado responde con fuerza. Cuando se retiran, el efecto es el contrario.
No todo es tan sencillo como aplicar estímulos fiscales sin pensar en las consecuencias a largo plazo. Los expertos, entre ellos nombres tan reconocidos como Ray Dalio, advierten que la situación fiscal de Estados Unidos es insostenible a menos que se produzca una gran crisis o se reestructure la deuda.
Endeudarse de forma masiva implica traer bienestar futuro al presente a costa de hipotecar el bienestar de las futuras generaciones. Japón es un ejemplo claro: es el país más endeudado del mundo y su economía lleva décadas estancada.
Actualmente, Estados Unidos destina una parte considerable de su presupuesto al pago de intereses de la deuda. Si los tipos de interés no bajan significativamente o si el mercado sigue cotizando a altos niveles, llegará un punto en que Estados Unidos tendrá que destinar la mayor parte de su presupuesto a pagar intereses.
Si el gasto fiscal se mantiene o incluso aumenta, esto puede llevar a una situación en la que se deban tomar decisiones muy difíciles, como reestructurar la deuda o elevar los impuestos de manera significativa. La realidad es que lo que hoy parece funcionar tiene consecuencias negativas que se manifestarán en los próximos años.
Algo que quiero dejar claro es que el inversor promedio no busca la ética; busca rentabilidad. Si la tendencia va hacia las energías renovables, ese será su destino. Pero si un cambio político o económico lleva a nuevas oportunidades en sectores más tradicionales, no dudará en cambiar de rumbo.
He escuchado comentarios sobre la inversión en China y cómo algunos consideran inaceptable invertir en un país comunista. Pero, ¿cuántos inversores han destinado capital a la industria armamentística de Estados Unidos por la guerra en Ucrania? La verdad es que la inversión se mueve hacia donde se puede obtener rentabilidad, sin importar demasiado las consideraciones éticas.
Ahora bien, ¿qué sucede si el problema de la deuda realmente estalla? La deuda a largo plazo, como la deuda a 10 años, ha alcanzado niveles cercanos a máximos históricos. Y aunque los bancos centrales bajen los tipos de interés, esto no siempre se traduce en un coste de financiación más bajo para el emisor de deuda.
En Europa, la situación se está complicando debido al incremento del gasto fiscal en sectores como la defensa o los proyectos sociales. ¿Cuál será la solución cuando llegue el momento de pagar toda esta deuda? Muy probablemente, el gobierno optará por subir impuestos o recortar servicios sociales, lo cual afectará a todos.
Estados Unidos y China están en una carrera por el dominio económico y tecnológico. Mientras Trump continúa con su política de enfrentamiento comercial, China está reduciendo su exposición a la deuda estadounidense a un ritmo alarmante. Hace diez años, China tenía el doble de deuda estadounidense que en la actualidad.
Además, la carrera no es solo comercial, sino también tecnológica. China está avanzando rápidamente en temas como la computación cuántica, la inteligencia artificial y el desarrollo de vehículos eléctricos. Este conflicto económico y tecnológico va a redefinir el equilibrio de poder mundial.
Mañana se espera que se celebre la Cumbre del Euro en la que se discutirá la introducción del euro digital. Personalmente, me parece una medida que atenta contra la privacidad de las personas. Si se impone este sistema, perderemos el control sobre nuestros propios fondos y dependeremos completamente de las decisiones de un ente centralizado.
¿Por qué no podemos seguir utilizando dinero en efectivo como hasta ahora? ¿Quién decide que no podamos disponer de nuestro propio dinero de la manera que queramos? Estas son preguntas que me hago constantemente y me sorprende la poca reacción por parte de la población en general.
En definitiva, estamos viviendo un momento histórico. La batalla económica entre Estados Unidos y China, el aumento de la deuda pública y la posible imposición de un euro digital son temas que están redefiniendo el mundo en el que vivimos.
Como inversores, debemos ser conscientes de las implicaciones que todo esto tiene a medio y largo plazo. Mi recomendación es mantenerse informado y tomar decisiones conscientes basadas en datos reales y no en tendencias pasajeras. Este es un juego en el que se debe pensar a largo plazo, aunque el mundo financiero se empeñe en vivir al día.
Gracias por acompañarme en este análisis. Estaré atento a vuestros comentarios y, como siempre, encantado de seguir compartiendo mi visión sobre el panorama económico actual.
