Economía3: Consejos para invertir con éxito en bolsa este año
Artículo publicado en Economía3 el 19 de mayo de 2023
Durante tres décadas, Pablo Gil ha acumulado una amplia experiencia en el mundo financiero. Comenzó su carrera como trader en BSCH, donde trabajó durante 12 años, y luego pasó a ser director del Departamento de Análisis Técnico del Banco Santander durante otros 9 años. Además, fue el fundador del Fondo BBVA&Partners, que gestiona casi 500 millones de euros.
En la actualidad, es el director de la escuela de inversión Método Trading y estratega de mercados en XTB, donde desempeña su labor como analista jefe. Con su trayectoria y conocimientos es considerado uno de los expertos más destacados en el análisis y la inversión en los mercados financieros.
Coyuntura actual
– El FMI advirtió a principios de año de que un tercio de la economía mundial entraría en recesión en 2023. ¿Qué podemos esperar de la economía española?
En España llevamos un ciclo bastante cambiado respecto al resto. No sé si recordarás que el pico de inflación en España se vivió mucho antes que en el resto de Europa. Ahora estamos viendo ese proceso de desinflación más ágil también en España que en el resto de los países de la zona euro. Pero lo que no podemos perder de vista es que, con independencia de los datos interanuales del PIB que se publiquen aquí, somos el único país de la Unión Europea que no ha conseguido recuperar tasas de crecimiento precovid.
Nuestro desempeño económico ha sido el peor de toda la zona euro y ahora se ve mucho a la gente sacar pecho respecto a qué bien estamos y no, estás bien en términos interanuales, pero si computas lo que ha pasado en los últimos tres años hemos sido la peor economía.
– ¿Recuperaremos los niveles previos o ya nunca volveremos a esos números? ¿Estamos dando por acabado el problema de la inflación demasiado pronto?
Hay que tener en cuenta que en la época en la que vivimos probablemente ya no existe. Una época donde se primaba al máximo la globalización. Llevábamos tres décadas haciendo outsourcing de nuestros procesos de fabricación y lo llevábamos todo a aquellos países donde hubiera un coste de mano de obra más barato. Hemos visto cómo muchas de las industrias de las grandes multinacionales se han basado en países asiáticos.
Cuando empieza la guerra comercial en 2018 entre EE.UU. y China, ese concepto de la globalización sufre el primer golpe. Después, la pandemia, que pone de manifiesto lo duro que es depender de que nos envíen aquellas cosas que consideramos de primera necesidad en plena crisis. Y luego llega la guerra y nos pasa algo parecido con la energía.
Creo que el mundo se ha concienciado de que, si bien la globalización aporta muchas ventajas, en determinados sectores no queremos tener que depender de terceros o, al menos, no de terceros que en un momento dado nos puedan dar la espalda.
Eso provoca que se tomen medidas como traer la producción más cercana a nuestras fronteras, aunque el coste sea superior. Eso en una parte del factor deflacionista en el que basábamos estas cotas de inflación tan bajas que hemos estado disfrutando en las últimas décadas. Pero, no sería extraño tener que lidiar con tasas de inflación por encima del 2% o el 3% a partir de ahora.
Y eso plantea muchísimas dudas en un mundo ultraendeudado en el que nos hemos acostumbrado a que el precio del dinero no tenía coste. ¿Qué va a pasar si la inflación se estabiliza al 3% y dónde está el punto terminal de los tipos de interés en ese entorno de precios?
Los tres posibles escenarios macroeconómicos de Pablo Gil
– Usted ha planteado recientemente tres posibles escenarios macroeconómicos y sobre su impacto en los mercados. ¿Cuáles son y cuál de ellos ve más probable?
Esta ocurriendo, de momento, el primero. Una de las claves de este era que China volviese al mercado y abandonase la política ‘covid cero’. Por el lado del crecimiento, eso evidentemente, suma puntos para evitar una potencial recesión, pero también tiene un aspecto negativo: si China empieza a demandar materia prima porque empieza a crecer a una tasa mayor que antes puede ralentizar que la inflación vuelva a cotas más bajas. Y eso fomentar que los bancos centrales mantengan las políticas monetarias restrictivas durante más tiempo.
Empezamos con el escenario bueno, donde el mercado está comprando el argumento de que no va a haber recesión, no va a ser un problema y los tipos van a empezar a bajar a finales de año. Probablemente, en la segunda parte del año, haya una alta posibilidad de que empiece a cotizarse el escenario dos. Es decir, que el mercado se dé cuenta de que la lucha contra la inflación no es tan sencilla, que los bancos centrales alcanzan los objetivos de tipos que nos dijeron que iban a situar y que no van a bajar en 2023 las tasas de interés. Eso despertaría el miedo a «vamos a tener que entrar en recesión», al menos en una parte importante del mundo.
El papel de la banca
– El año 2022 será recordado por las sucesivas e históricas subidas de tipos. ¿Seguiremos en la misma línea durante 2023? ¿Ve posible que los grandes bancos centrales, como el FMI o el BCE, comiencen a bajar tipos?
Creo que no tiene mucho sentido plantear bajadas de tipos en 2023 cuando la inflación todavía está muy por encima del objetivo, las tasas de empleos están en mínimos y no se percibe un alto riesgo de recesión. Si tienes en cuenta cuál es el mandato de los bancos centrales -que es controlar la estabilidad de precios, que han fallado rotundamente en su objetivo y que todavía no tienen ningún problema-, la pregunta que uno debería hacerse es «¿Por qué si de verdad crees que vas a evitar la recesión y sigues teniendo un problema de desviación brutal en la estabilidad de precios no vas a seguir con tu proceso de tensionamiento monetario?».
La bolsa, según Pablo Gil
– ¿Será 2023 un año de grandes oportunidades para la inversión?