Regla del 4%: ¿Qué es exactamente? ¿Funciona?

Artículos25 Ago. 2025

Hay una pregunta que me han hecho cientos de veces a lo largo de los años: «¿Cuánto dinero necesito para jubilarme sin preocuparme del dinero nunca más?». No existe una única respuesta universal, pero hay una regla que, bien entendida, puede ayudarnos a estimar esa cifra: la regla del 4%. Se ha convertido en un referente entre quienes buscan la independencia financiera, aunque no está exenta de matices y críticas. En este artículo, quiero explicarte de forma clara qué es, de dónde viene, si sigue siendo válida hoy y cómo podrías aplicarla con cabeza.

Índice de contenidos

¿Qué es la regla del 4%?

La regla del 4% es una estrategia para calcular cuánto dinero puedes retirar de tu cartera de inversión cada año una vez alcanzas la jubilación, sin que se agote tu capital.

En teoría, si retiras un 4% del total el primer año y ajustas esa cantidad anualmente con la inflación, tu patrimonio debería durar al menos 30 años. Por ejemplo, si tienes un millón de euros, podrías retirar 40.000 euros el primer año.

Este enfoque ha sido muy utilizado por personas que buscan la libertad financiera, ya que permite establecer una meta clara de ahorro: multiplica tus gastos anuales por 25 y tendrás la cantidad teórica necesaria para retirarte.

¿De dónde viene la regla del 4%?

Esta regla proviene del llamado «Estudio Trinity«, elaborado por tres profesores de la universidad de Trinity (Texas) en los años 90.

Analizaron el comportamiento histórico de carteras mixtas de acciones y bonos en EE.UU. durante varias décadas y determinaron que, con una asignación razonable entre renta variable y renta fija, una tasa de retirada del 4% ajustada por inflación tenía una alta probabilidad de no agotar el capital durante al menos 30 años.

Posteriormente, William Bengen, uno de los pioneros del concepto, afinó aún más el modelo concluyendo que, en muchos escenarios históricos, incluso una tasa del 4,5% era sostenible.

¿Qué factores se deben tener en cuenta?

La simplicidad de esta regla es parte de su atractivo, pero también de su debilidad. En la práctica, su validez depende de múltiples variables:

La rentabilidad real que obtengas (ajustada por inflación).
La composición de tu cartera: no es lo mismo invertir en acciones globales que en bonos europeos.
El horizonte temporal: ¿quieres vivir de tu cartera 30 años o 50?
Tu tolerancia al riesgo: las caídas del mercado pueden asustarte y llevarte a decisiones precipitadas.
Las comisiones y fiscalidad, que reducen la rentabilidad neta.

Por eso es fundamental que cada persona adapte la regla a su situación concreta.

¿Cómo se calcula?

El cálculo base es sencillo: toma tu gasto anual previsto durante la jubilación y multiplícalo por 25. Ese será tu objetivo de ahorro para aplicar la regla del 4%.

Por ejemplo:

Si prevés necesitar 20.000 euros anuales: 20.000 x 25 = 500.000 euros.
Para 30.000 euros anuales: 30.000 x 25 = 750.000 euros.

Una herramienta que puede ayudarte a proyectar este escenario es nuestra calculadora de interés compuesto para fondos indexados, que te permitirá ver cómo evoluciona tu patrimonio en el tiempo según aportaciones, rentabilidad y horizonte temporal.

¿Cómo funciona a día de hoy la regla del 4%?

En el entorno actual, la regla del 4% genera más dudas que certezas. Estamos en una época marcada por:

Tipos de interés reales muy bajos o negativos (aunque recientemente han subido).
Volatilidad elevada en los mercados.
Mayores expectativas de longevidad.

Esto ha llevado a algunos expertos a recomendar tasas de retirada más conservadoras, como el 3,5% o incluso el 3%.

Sin embargo, si tu cartera está bien diversificada globalmente, invierte en activos reales y mantienes una estrategia de seguimiento constante, la regla del 4% sigue siendo un buen punto de partida.

¿Es segura la regla del 4%?

No existe una tasa de retirada 100% segura. La seguridad dependerá de:

Cómo se comporte el mercado tras tu jubilación.
Si eres flexible y puedes reducir gastos en años malos.
Si haces revisiones periódicas de tu estrategia.

Una herramienta útil para analizar tu nivel de preparación es el test de salud financiera que te permite conocer tu punto de partida y adaptar mejor tu estrategia.

¿Cómo se aplica correctamente esta regla?

Para aplicar la regla del 4% con más garantías, es importante seguir ciertas recomendaciones prácticas:

Diseña una cartera diversificada (acciones, bonos, efectivo).
Controla los costes de gestión (fondos indexados o un buen roboadvisor, por ejemplo).
Ajusta tu retirada si el mercado sufre caídas importantes.
Revisa tu cartera periódicamente. Aquí te explico cómo hacer un buen seguimiento de la cartera de inversión.

En definitiva, la regla no es un dogma, sino una guía flexible que puede servirte como base.

¿En qué invertir con la regla del 4%?

Aquí es donde entra en juego tu perfil de riesgo y tus objetivos. Pero, por experiencia, te diría que una cartera que incluya:

Fondos indexados globales (por ejemplo, al índice MSCI World).
Bonos gubernamentales o corporativos de buena calidad.
Algo de liquidez o colchón de seguridad.

Suele ser una combinación razonable para aplicar esta regla.

Evita caer en activos muy volátiles si no tienes experiencia. Y, sobre todo, sé coherente con tu estrategia a lo largo del tiempo.

Ejemplos prácticos en función de tu capacidad de ahorro

Veamos algunos escenarios comunes:

María, 35 años, quiere jubilarse a los 60. Ahorra 500 € al mes y espera un 6 % anual. Si mantiene esa constancia, podría acumular alrededor de 465.000 € en 25 años. Aplicando la regla del 4%, eso le daría 18.600 € anuales.
Jorge, 45 años, tiene ya 200.000 € y puede ahorrar 1.000 € mensuales. Si invierte al 5 %, llegaría a unos 670.000 € a los 65. Podría retirar 26.800 € al año.

Estos escenarios se pueden afinar con simuladores y revisiones periódicas. No se trata de acertar al céntimo, sino de tener una hoja de ruta realista.

Conclusión

La regla del 4% no es infalible, pero sigue siendo una brújula útil para quienes buscan independencia financiera.

Lo importante no es ceñirse ciegamente a ella, sino entender su lógica, adaptar sus parámetros y revisar tu situación cada cierto tiempo.

A lo largo de mi trayectoria, he visto a muchas personas conseguir su libertad financiera sin tener fortunas. La clave está en la constancia, el control del gasto, una inversión eficiente y la planificación.

Si aún no sabes por dónde empezar, te animo a que explores tanto las herramientas financieras que he preparado como la formación. Tener un plan no te garantiza el éxito, pero no tenerlo suele garantizar el fracaso.

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