The trader nº 79
La interpretación inteligente del mercado
La interpretación inteligente del mercado
Bienvenido a mi visión personal sobre la actualidad de los mercados financieros nº79. Gracias por tu interés, si te has perdido alguna entrega o aún no estás suscrito puedes revisar aquí
El siguiente gráfico muestra las dimensiones de cuatro grandes reservas de valor y medios de intercambio: Bitcoin, el oro, la oferta monetaria global y la deuda mundial.
Fuente: Blockland
Con una capitalización de mercado de 1,8 billones de dólares, Bitcoin representa una pequeña fracción del ecosistema financiero global. Aunque su tamaño aún es modesto, su crecimiento ha sido vertiginoso, consolidándose como un activo alternativo que desafía el monopolio de las monedas FIAT. Sin embargo, el mercado de Bitcoin es diminuto frente a otras reservas tradicionales, como el oro, y ni qué decir de la oferta monetaria o la deuda global.
El oro, con una capitalización estimada de 20 billones de dólares, ha sido durante milenios el activo refugio por excelencia. Fue la base del sistema financiero mundial durante siglos, especialmente hasta mediados del siglo XX, cuando las monedas nacionales estaban respaldadas por reservas físicas de oro. Este material tiene la ventaja de ser tangible, escaso y universalmente aceptado como reserva de valor. Sin embargo, su relevancia como base del sistema financiero global disminuyó tras el abandono del patrón oro en 1971, momento en el cual, el dólar estadounidense dejó de estar respaldado por un activo físico. Hasta entonces, cada unidad de moneda emitida estaba vinculada a una cantidad fija de oro, lo que limitaba la cantidad de dinero que los gobiernos podían crear. Sin embargo, ese año, el presidente Nixon «desvinculó el dólar del metal precioso” marcando el inicio del sistema de dinero Fiat (respaldado únicamente por la confianza en los gobiernos y bancos centrales). Este cambio permitió a los gobiernos aumentar la oferta monetaria sin restricciones físicas, lo que explica el crecimiento exponencial hasta los 107 billones de dólares actuales. La oferta monetaria refleja el dinero en circulación y los depósitos bancarios existentes, incluyendo tanto monedas como billetes y depósitos digitales. En un sistema basado en dinero Fiat, la oferta monetaria puede expandirse sin límites físicos, permitiendo a los bancos centrales actuar con flexibilidad, pero también aumentando el riesgo de inflación y devaluación de las monedas.
La última columna del gráfico muestra la deuda global, que alcanza los 315 billones de dólares, una cifra que multiplica la oferta monetaria y muestra el nivel de apalancamiento del sistema financiero mundial. Esta deuda incluye obligaciones gubernamentales, corporativas y privadas, y es una prueba de cómo el sistema basado en dinero Fiat ha permitido un crecimiento desenfrenado del crédito, algo que habría sido imposible bajo el patrón oro.
Conclusión:
Mientras el oro y Bitcoin ofrecen alternativas tangibles o limitadas al exceso de emisión, el actual sistema financiero depende de la confianza en gobiernos y bancos centrales. El abandono del patrón oro permitió una era de expansión económica sin precedentes, pero también nos dejó vulnerables a crisis monetarias y financieras. El precio que hemos pagado es la depreciación continua de la capacidad adquisitiva de ese dinero Fiat. Y, por otro lado, la necesidad de que bancos centrales y gobiernos tengan que actuar de forma cada vez más drástica ante cualquier crisis financiera, porque si algún día se llegase a perder la confianza en ellos, nos enfrentaríamos a un auténtico Armagedón financiero.
Cierre Semanal | Cierre Anual | Precio actual | Últimos 5 días | En el año | |
---|---|---|---|---|---|
S&P500 | 5911.24 | 4769.83 | 5999.04 | 1.49% | 25.77% |
Nasdaq100 | 20589.76 | 16825.93 | 20746.20 | 0.76% | 23.30% |
Eurostoxx50 | 4782.39 | 4521.65 | 4765.59 | -0.35% | 5.39% |
Ibex35 | 11641.20 | 10102.10 | 11626.20 | -0.13% | 15.09% |
Oro | 2683.40 | 2071.80 | 2657.30 | -0.97% | 28.26% |
Brent | 72.59 | 76.54 | 72.15 | -0.61 % | -5.74% |
Natgas | 3.43 | 2.33 | 3.19 | -7.11% | 36.78% |
SSE | 3368.04 | 2974.93 | 3295.02 | -2.17% | 10.76% |
Bitcoin | 99024.03 | 42204.37 | 95439.91 | -3.62% | 126.14% |
*Cierre semanal: 7 de noviembre del 2024 a las 10:00
*Cierre anual: 28 de diciembre del 2023
*Cierre anual de Bitcoin: 31 de diciembre del 2023
*Precio Actual: 14 de noviembre del 2024 a las 10:00
La Unión Europea frente al dilema geopolítico
Las noticias de la última semana muestran un panorama cada vez más complicado. Ucrania está intensificando su ofensiva, lanzando por primera vez misiles de largo alcance en territorio ruso, y Rusia responde con un misil supersónico capaz de transportar ojivas nucleares mientras apoya a sus tropas terrestres con fuerzas norcoreanas. A eso hay que añadir la reciente victoria de Donald Trump en Estados Unidos, cuyas insinuaciones prorrusas y su reticencia hacia la OTAN cuestionan la estabilidad de la alianza transatlántica.
Todo esto ocurre mientras Europa sigue atrapada en su naturaleza pacífica, una que Emmanuel Macron definió de forma contundente: «Si los europeos somos herbívoros, los carnívoros nos devorarán». La imagen es impactante porque resume el problema: “durante décadas, el continente ha apostado por un modelo de bienestar y cooperación, pero la realidad actual exige una dosis de poder duro”. Josep Borrell, alto representante de la política exterior europea, ha sido claro: «Los europeos no estamos preparados para la dureza del mundo». O al menos una parte de los europeos, porque algunos países como Suecia han comenzado a preparar a sus ciudadanos para el peor de los escenarios. Un manual de 32 páginas, distribuido a toda la ciudadanía, instruye cómo responder ante una posible guerra: alarmas antiaéreas, planes de evacuación y listas de alimentos básicos para el almacenamiento. Un acto que revela una preocupación cada vez más palpable, y que demuestra que mientras la mayoría de los países europeos prefiere mirar hacia otro lado, algunos han decidido sopesar el riesgo y mirar directamente a los ojos de los ciudadanos para explicarles que es lo que nos estamos jugando.
El problema en la Unión Europea siempre ha sido el mismo, la gran heterogeneidad de los miembros que la componen. Y para encontrar un denominador común, casi siempre nos hemos apoyado en el liderazgo de las dos principales potencias económicas de la zona, Alemania y Francia. Pero ahora tanto una como la otra atraviesan una crisis política y económica, y ese caldo de cultivo es el idóneo para que acaben llegando al poder partidos que representan ideologías extremas. Mientras tanto, en España, como ocurre en otras naciones europeas, hay un claro apoyo popular a la creación de un ejército europeo, pero que se contrapone a la escasa voluntad de servir en él. Parece que el deseo de seguridad está presente, pero no la voluntad de ser quienes lo garanticen.
La cruda realidad es que Europa debe asumir sus responsabilidades en Defensa, y hacerlo rápidamente. Los retos son grandes, no solo por las amenazas externas, sino por la propia resistencia interna: una población habituada al bienestar y renuente a abrazar la necesidad de mayor gasto militar. Y es que sin seguridad no hay libertad ni prosperidad, algo que, según los analistas, deberá explicarse sin tapujos a los ciudadanos. O asumimos nuestra responsabilidad y nos preparamos para ser capaces de defendernos por nuestros propios medios, o con el tiempo algunos países europeos buscarán acuerdos bilaterales para su defensa, ya sea con Estados Unidos o, peor aún, con Rusia.
Estamos ante un dilema existencial: seguir confiando en que otros hagan el trabajo sucio por nosotros o, finalmente, asumir nuestra propia seguridad. Si la UE quiere mantener la paz, solo queda un camino: estar preparados para la guerra.
Conclusión:
Los europeos quieren que existan defensores, pero que defiendan otros, como sucedía con Estados Unidos. Según el último estudio del CIS, seis de cada diez españoles están a favor de la creación de un ejército común europeo. Sin embargo, según la Asociación Internacional Gallup, solo uno de cada tres iría voluntariamente al frente. Las Fuerzas Armadas en España generan emociones contradictorias: casi nadie está dispuesto a servir en ellas y, a la vez, salen como una de las instituciones más valoradas del país en cualquier encuesta, con mejor nota que la Monarquía, la Iglesia y los partidos políticos. El sentimiento que reina en España se extiende a otros países clave dentro de la Unión Europea, ya que tres de los cuatro países que lideran ese ranking antimilitarista son Alemania, Austria e Italia.
EE. UU. lleva tiempo lanzando avisos, más mesurados con Obama y Biden, y mucho más agresivos con Trump. Pero el mensaje es el mismo: en Washington se quejan de la falta de compromiso europeo en la OTAN. Muchos de sus socios durante décadas no solo han colaborado poco, sino que han sido morosos en su financiación. Por el momento, las presiones de EE. UU. han tenido efecto y ya hay 23 de 32 países de la Alianza que llegan a invertir al menos el 2% exigido de su PIB en Defensa (España aún no lo ha cumplido). Pero parece que no es suficiente, lo que probablemente demuestra que las desavenencias en la OTAN son más profundas y no se deben exclusivamente al dinero. Europa debe aceptar que lleva demasiado tiempo acostumbrada a que EE. UU. actúe como el hermano mayor que vela por su seguridad, y todo apunta a que esa situación podría estar a punto de cambiar.
Las compañías tecnológicas líderes en China decepcionan
En la última semana, las cinco mayores empresas tecnológicas de China perdieron alrededor de 41.000 millones de dólares en valor de mercado, una cifra que refleja claramente las dificultades por las que atraviesa el sector. Tencent, Alibaba, Baidu, NetEase y PDD Holdings presentaron resultados que no lograron entusiasmar a los inversores, mostrando un panorama marcado por la incertidumbre tanto económica como geopolítica.
Los directivos de estas compañías intentaron justificar el pobre rendimiento con explicaciones que giraron en torno a una economía desigual y la promesa de que los paquetes de estímulo lanzados por el gobierno surtirán efecto, pero llevará su tiempo.
Las cifras de ventas de Tencent y Baidu apenas alcanzaron las previsiones, y Alibaba mostró un crecimiento de solo un 1% en su comercio interno. Además, la competencia sigue intensificándose, particularmente con empresas emergentes como ByteDance. Incluso PDD Holdings, que se había posicionado como un favorito entre los inversores, ha visto cómo sus acciones han caído un 14% en EE. UU. tras la publicación de resultados del último trimestre.
Aun así, también hay algunas noticias positivas, como el éxito de la plataforma de compras Temu de PDD en mercados extranjeros o el crecimiento de la división de comercio electrónico internacional de Alibaba.
Fuente: Bloomberg
Conclusión:
El sector tecnológico chino parece haberse transformado: de ser un motor de crecimiento estructural, ha pasado a ser un sector mucho más cíclico, dependiente de la voluntad política de Pekín. Los inversores se encuentran ahora en la difícil tesitura de decidir si seguir apostando por estas compañías en espera de un giro positivo o buscar nuevas oportunidades en mercados menos volátiles. La paciencia podría ser clave, pero también un recurso que está en riesgo de agotarse. Porque lo que parece claro es que el estímulo fiscal es ahora una condición necesaria para la recuperación, pero su implementación no está siendo tan rápida ni tan efectiva como esperaban los inversores.
Los directivos de las empresas están vendiendo
Tal y como se puede apreciar en este gráfico publicado en el Financial Times, el ratio de vendedores frente a compradores (de los directores ejecutivos de las compañías de bolsa) ha alcanzado un récord desde hace más de dos décadas. En la Newsletter anterior veíamos como Warren Buffett ha liquidado una parte importante de sus acciones y tiene en torno al 50% de su capital sin invertir (en productos de renta fija de corto plazo).
Cuando ves este tipo de movimientos protagonizados por aquellos que tienen la información de primera mano, como mínimo deberías preguntarte por qué lo hacen, o que pueden estar viendo que los demás inversores ignoran.
Fuente: Bloomberg
Conclusión:
El mercado se rige por los sentimientos de los inversores. Cuando ese sentimiento es demasiado negativo suele coincidir con las mejores oportunidades de inversión a largo plazo, del mismo modo que cuando hay demasiada euforia en el mercado la relación de beneficio respecto a riesgo potencial alcanza cotas que dan como resultado un retorno futuro pequeño o incluso negativo. Actualmente, el sentimiento es muy positivo tras unos años de fuertes subidas bursátiles, algo que no debería preocuparnos si el trasfondo fundamental acompaña esas revalorizaciones. Pero si esos fundamentos se fueran a mantener en el tiempo, ¿por qué aquellos que tienen mejor conocimiento de cómo serán los resultados empresariales en 2025 están vendiendo como lo hacen?
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Goldman Sachs cuestiona el retorno de la inversión en la “IA”
El último informe de Goldman Sachs titulado «Gen AI: ¿Demasiada inversión, muy poco beneficio?», examina la creciente inversión en inteligencia artificial generativa (IA generativa) y cuestiona si los beneficios potenciales justificarán los enormes gastos en los que se tendrá que incurrir. Se estima que las grandes empresas tecnológicas y otras entidades invertirán alrededor de 1 billón de dólares en los próximos años en infraestructura relacionada con la IA, incluyendo centros de datos, chips, mejoras en la red eléctrica y desarrollo de nuevos modelos de aprendizaje profundo. Esta inversión está siendo impulsada por la promesa de que la IA generativa podrá transformar procesos y crear nuevas oportunidades en diversas industrias, desde la medicina hasta la fabricación avanzada, pasando por el entretenimiento y los servicios financieros.
A pesar de estas inversiones masivas, los resultados tangibles aún son limitados, y el retorno de inversión no está garantizado. Expertos como Daron Acemoglu, profesor del MIT, y Jim Covello, jefe de investigación de renta variable global en Goldman Sachs, expresan escepticismo sobre el retorno de estas inversiones. Acemoglu anticipa un impacto económico modesto de la IA en Estados Unidos durante la próxima década, argumentando que muchos de los beneficios proyectados son exagerados, y no necesariamente se traducirán en mejoras significativas en productividad o crecimiento económico.
El informe también señala que muchos de los desarrollos actuales se encuentran todavía en fase experimental y enfrentan grandes desafíos para su implementación a gran escala. La infraestructura requerida, así como el entrenamiento de modelos avanzados, son extremadamente costosos, y no está claro si estos costos se reducirán lo suficiente como para que la IA generativa sea económicamente viable en múltiples sectores. Además, las preocupaciones relacionadas con la ética, la privacidad y la posible disrupción del mercado laboral añaden otra capa de incertidumbre.
El informe de Goldman Sachs cuestiona si la inversión proyectada en IA generativa producirá los beneficios esperados, destacando la necesidad de evaluar cuidadosamente el retorno de estas inversiones en un contexto de expectativas elevadas y resultados aún inciertos. Los autores enfatizan la importancia de adoptar un enfoque crítico y realista, en lugar de dejarse llevar por la euforia tecnológica, para asegurar que las inversiones en IA se traduzcan en beneficios tangibles tanto para las empresas como para la sociedad en general.
Conclusión
Tras leer el artículo, uno saca la conclusión de que no se pone en duda el impacto que tendrá esta nueva revolución tecnológica en nuestras vidas y trabajos. Lo que si se plantea es un gran interrogante en lo referente a la rentabilidad que se puede conseguir a corto y medio plazo al invertir en la “IA”. Lo que me lleva al recuerdo de lo sucedido a finales de los 90s con internet, donde los precios de las compañías punteras alcanzaron su cenit mucho antes de que viésemos la aplicación práctica de todo su potencial. Hubo que esperar más de una década para ser conscientes del cambio profundo que esa nueva tecnología provocaría en la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos. Aunque ahora parece que todo va mucho más rápido que entonces, solo el tiempo nos dirá si de nuevo estamos descontando excesivos beneficios futuros demasiado pronto, o si esta vez es diferente.
El Energy Trading
El Energy Trading o trading de energía es un sector clave dentro del mercado financiero que involucra la compra y venta de distintos tipos de energía, tales como electricidad, gas natural, petróleo y energías renovables. Este mercado ha experimentado un crecimiento notable en las últimas décadas debido a la creciente demanda de energía y la necesidad de gestionar eficientemente los recursos. Además, con el avance de las energías renovables, han surgido nuevas oportunidades para operar en el sector energético, lo que hace que el trading de energía se convierta en una actividad interesante tanto para empresas como para inversores individuales. En este artículo, exploraremos en profundidad qué es el Energy Trading, cómo funciona y cuáles son sus diferentes modalidades
El anuncio de que Scott Bessent es el candidato a secretario del Tesoro en el segundo mandato de Trump está en Estados Unidos sacudiendo tanto a los mercados como al panorama político. Pero ¿quién es Bessent, y por qué los traders, inversores y economistas están tan atentos a cada movimiento que haga?
Scott Bessent no es un desconocido en Wall Street. Con 62 años ha ejercido casi 4 décadas como trader y como jefe de gestión en hedge funds, incluido el suyo propio y el fondo de George Soros. Quienes le conocen dicen que es un veterano que combina una mente estratégica con un enfoque pragmático. Su experiencia con mercados globales lo convierte en una figura que inspira confianza en momentos de incertidumbre y no es poco porque si dirige finalmente el Departamento del Tesoro, tendrá la responsabilidad de gestionar la economía de EE. UU. y la salud fiscal del gobierno. Esto incluye emitir deuda para financiar las operaciones gubernamentales, impulsar los recortes de impuestos de Trump en el Congreso y liderar las negociaciones económicas con China y otras superpotencias globales.
Bessent también es conocido por su carácter moderado dentro de los círculos de Trump y es que mientras apoya ideas como los aranceles y una postura dura hacia China, aboga por un enfoque más gradual y calculado.
Su visión económica es conocida como la estrategia ‘3-3-3’ Reducir el déficit fiscal al 3 % del PIB para estabilizar las finanzas del país. Aumentar el PIB al 3 % con políticas pro-empresa e incrementar también en 3 millones de barriles diarios la producción de crudo para respaldar las metas anteriores.
Este enfoque, que llama “escalar para desescalar”, sugiere que EE. UU. usará su influencia económica y financiera no solo para proteger sus intereses, sino para remodelar las reglas del comercio global.
De momento, mercados han reaccionaron positivamente al anuncio de las intenciones de Trump con Bessent y se espera que su nombramiento influya con oportunidades (y riesgos) en áreas clave como divisas, materias primas y sectores sensibles al comercio. Entre las preguntas del millón está saber si a partir de enero moderará las medidas proteccionistas anunciadas por Trump o cómo será el enfoque con China de sectores clave como la tecnología… Toca esperar a verlo.
En plena semana Black Friday y en la antesala de las compras navideñas merece la pena ver el documental de Netflix del que todos hablan. «Compra ahora, la conspiración consumista».
84 minutos donde se desvelan algunas de las tácticas con las que las marcas nos atrapan para seguir comprando. En las próximas semanas seguro que notamos efecto del gasto en nuestros bolsillos, pero lo que parecemos no notar es el devastador impacto en el planeta de nuestro consumo exacerbado. El documental no solo nos hace reflexionar sobre la insostenibilidad del comercio electrónico, también pone imágenes a los miles de toneladas de productos que compramos que acaban en vertederos, que contaminan nuestras vidas y que son el ejemplo más claro de que algo no está bien. Seamos responsables.
Esta newsletter es un paso más de un camino que comencé hace años con la intención de poner algo de luz a muchas informaciones sesgadas o poco éticas sobre lo que sucedía en el mundo de la inversión. Hoy sigo con la misma idea, creo que si lo que define al mercado es el conjunto de lo que hacemos todos los inversores juntos, necesitamos hacer esto con responsabilidad, conocimiento y la información más rigurosa. Espero que en The Trader, te sientas identificado.
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