A lo largo de mi carrera en los mercados financieros, he aprendido que nada se regala. Desde mis primeros pasos en una sala de tesorería, rodeado de pantallas y teléfonos que no dejaban de sonar, comprendí que la clave del éxito en este mundo es entender el equilibrio entre riesgo y rentabilidad. A lo largo de casi cuatro décadas, he enfrentado errores, triunfos y constantes desafíos, siempre con la certeza de que gestionar el riesgo y aprender de cada situación es fundamental para sobrevivir en los mercados. Aquí comparto mis reflexiones y aprendizajes sobre este apasionante camino.
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