El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca ha desencadenado una serie de movimientos geopolíticos que están reconfigurando el tablero mundial a un ritmo vertiginoso. Su retiro de acuerdos internacionales, su enfoque agresivo hacia la Unión Europea y su renovada alianza con Vladimir Putin han puesto a Occidente en una situación de extrema fragilidad. Mientras tanto, China observa y maniobra para consolidar su posición global.
Los primeros meses de su nueva administración han dejado en claro que Trump busca priorizar los intereses nacionales por encima de cualquier compromiso multilateral. El impacto de esta política se ha hecho sentir de inmediato en Europa y Ucrania, dos actores que, en cuestión de semanas, han visto reducida su influencia en la diplomacia global.
En mi artículo para El Confidencial, «2025: El reinicio del orden mundial«, analizo el impacto de estos cambios y cómo Europa ha quedado atrapada en un escenario donde ya no es protagonista.