Durante años, el déficit comercial ha sido una de las obsesiones favoritas de ciertos líderes políticos. Pero en realidad, se trata de uno de los conceptos económicos más incomprendidos por la opinión pública… y, sorprendentemente, también por algunos responsables de políticas económicas. La reciente ofensiva de Donald Trump para “corregir” este desequilibrio mediante aranceles desproporcionados es un ejemplo claro de cómo una mala lectura de los datos puede conducir a decisiones que comprometen el futuro económico de un país. Hoy quiero explicarte por qué el déficit comercial no es el problema que se nos quiere hacer creer, cómo ha funcionado durante décadas en la economía estadounidense y qué peligros esconde este nuevo giro proteccionista liderado desde la Casa Blanca.
Te regalo mi visión personalsobre el mercado, análisis,opinión y noticias
Suscríbete y recibe cada jueves mi boletín gratis.
Suscribirme