Wash Trading: ¿Qué es y cómo funciona?

Artículos9 Jul. 2025

El mundo del trading está lleno de matices, técnicas y, por desgracia, prácticas cuestionables que, en muchos casos, buscan manipular la percepción del mercado. Una de ellas, muy comentada en los últimos años especialmente con la irrupción de los activos digitales, es el wash trading. Aunque puede parecer un término técnico más, detrás se esconde una estrategia que distorsiona la realidad del mercado y que, si no se detecta a tiempo, puede costar caro tanto a inversores como a plataformas. En este artículo, quiero contarte desde mi experiencia qué es, cómo funciona y por qué es fundamental entenderlo para operar con mayor seguridad y transparencia.

Índice de contenidos

¿Qué es el Wash Trading?

El wash trading, o “operación de lavado”, es una práctica en la que un inversor compra y vende simultáneamente el mismo activo con el objetivo de crear una falsa impresión de actividad en el mercado.

En otras palabras, no hay un intercambio real entre dos partes independientes, sino un juego contable entre dos cuentas que en realidad pertenecen a la misma entidad o están coordinadas entre sí.

Este tipo de práctica busca inflar artificialmente el volumen de negociación para atraer a otros inversores, dar una falsa sensación de liquidez o incluso influir en el precio de un activo. Aunque en apariencia puede parecer inofensiva, sus efectos son muy negativos, ya que distorsiona el comportamiento real del mercado.

En mercados tradicionales regulados, como el de valores o derivados en Europa, el wash trading está explícitamente prohibido. El Reglamento (UE) nº 596/2014 sobre el abuso de mercado lo considera una forma de manipulación del mercado, y las autoridades como la CNMV o la ESMA pueden imponer sanciones muy severas.

¿Cómo funciona el Wash Trading?

Desde un punto de vista técnico, el wash trading implica crear operaciones falsas. Esto se puede realizar de varias formas, pero en esencia se trata de simular transacciones que no tienen riesgo económico real para el operador que las realiza.

Existen varios métodos habituales:

Autocompra y autoventa entre cuentas propias: el operador tiene dos cuentas y realiza simultáneamente una orden de compra y una de venta del mismo activo y al mismo precio.
Uso de algoritmos para automatizar la actividad: mediante el uso de bots se pueden lanzar órdenes de forma masiva y sincronizada, haciendo que parezca que hay una fuerte actividad sobre un activo.
Colusión entre partes: dos o más operadores se ponen de acuerdo para intercambiar activos entre sí sin que haya una voluntad real de transferencia de riesgo o propiedad.

El problema no es solo que estas operaciones no reflejan la verdadera oferta y demanda, sino que pueden inducir a error al resto del mercado, generando un efecto llamada.
Cuando otros ven un volumen creciente, pueden pensar que existe un renovado interés en el activo y entrar al mercado… justo lo que el operador que hace wash trading está buscando.

¿Por qué se realiza el Wash Trading?

Como todo en los mercados, detrás del wash trading hay incentivos económicos o estratégicos. A lo largo de los años, he visto esta práctica repetirse especialmente en fases alcistas de activos con baja regulación o escasa liquidez.

Las motivaciones más habituales incluyen:

Aumentar el volumen aparente del mercado: Esto es común en plataformas de intercambio de criptomonedas, sobre todo aquellas poco conocidas. Al inflar el volumen, buscan posicionarse en rankings de mayor actividad y así captar más usuarios.
Manipular el precio: En ocasiones, el objetivo es hacer subir (o bajar) el precio de un activo. Un aparente aumento de interés puede arrastrar a traders desprevenidos que interpretan esa señal como una oportunidad.
Beneficios fiscales en algunos entornos laxos: En determinados marcos fiscales, algunos operadores podrían tratar de usar pérdidas generadas artificialmente para reducir su carga impositiva. Aunque en España esto está muy limitado por la normativa tributaria, en otras jurisdicciones con menor control puede suceder.
Generar comisiones o incentivos: En plataformas que premian con bonificaciones por volumen de operaciones, algunos usuarios simulan operaciones masivas para obtener recompensas sin correr riesgo real.
Crear apariencia de éxito en un nuevo activo o proyecto: Esto ha sido muy común en los lanzamientos de nuevos tokens o acciones ilíquidas. Se genera una ilusión de interés institucional o comunitario que en realidad no existe.

Consecuencias del Wash Trading

Aunque puede parecer una simple trampa de mercado, el wash trading tiene efectos negativos importantes tanto para inversores como para el ecosistema financiero en general.

De hecho, es una de las prácticas más activamente perseguidas por reguladores como la CNMV, la SEC en Estados Unidos o la FCA en Reino Unido.

Las principales consecuencias son:

Pérdida de confianza del inversor: Cuando se descubre que el volumen de un activo era ficticio, la reputación del mercado se ve gravemente dañada. Esto lo viví en carne propia durante el auge de ciertas criptomonedas en 2017, cuando plataformas con grandes volúmenes luego se revelaban como escenarios de pura simulación.
Volatilidad injustificada: Las operaciones ficticias pueden generar oscilaciones de precios que después no tienen una base real, arrastrando al mercado a movimientos erráticos y peligrosos.
Decisiones de inversión mal fundamentadas: Muchos inversores particulares confían en señales como el volumen o el momentum. El wash trading contamina esos indicadores y puede llevar a tomar decisiones equivocadas.
Sanciones legales: Como señalé antes, esta práctica está prohibida por la legislación europea sobre abuso de mercado. Las sanciones pueden ir desde multas económicas hasta la inhabilitación profesional e incluso penas de cárcel en los casos más graves.

¿Cómo detectar el Wash Trading?

Identificar wash trading no es sencillo, pero hay ciertos patrones que pueden alertarnos como inversores o analistas. En mi experiencia, una actitud escéptica y un análisis cuidadoso de los datos pueden marcar la diferencia entre caer en la trampa o mantenerse al margen.

Estos son algunos indicadores que pueden revelar esta práctica:

Volúmenes inusuales sin catalizadores visibles: Si un activo dispara su volumen sin que haya noticias, informes o hechos relevantes que lo justifiquen, conviene investigar más a fondo.
Repetición de patrones de compra-venta en muy corto plazo: Si ves que se repite un mismo precio o las órdenes aparecen y desaparecen muy rápidamente, puede haber bots detrás.
Desfase entre el volumen y el interés real: Comparar el volumen de un activo con otras métricas, como el número de carteras únicas, búsquedas en Google o actividad en redes sociales puede dar pistas de si ese volumen es auténtico.
Datos manipulados por la propia plataforma: En el caso de exchanges poco conocidos o con escasa regulación, es más difícil confirmar si los datos de volumen son reales. Siempre recomiendo utilizar agregadores independientes y contrastar las fuentes.

¿Cómo protegerte del Wash Trading?

Protegerse de este tipo de manipulación requiere formación, herramientas y una actitud crítica frente a los datos del mercado. A lo largo de mi carrera he aprendido que, en muchas ocasiones, no hacer nada es la mejor decisión, especialmente cuando las señales no están claras.

Aquí algunos consejos prácticos:

Evita plataformas poco reguladas: Si operas en entornos donde no hay supervisión clara, corres más riesgos de caer en mercados manipulados. En el mundo cripto, por ejemplo, hay exchanges muy serios y otros que no lo son en absoluto.
Analiza los fundamentos más allá del volumen: Antes de invertir, asegúrate de entender el proyecto, los estados financieros (si los hay), el equipo detrás y el contexto del activo.
Contrasta siempre la información: No te fíes únicamente de los datos de la plataforma. Usa fuentes externas, herramientas como CoinMarketCap o Glassnode para verificar volúmenes reales en cripto, o informes de analistas reputados en el caso de acciones o fondos.
Desconfía de las subidas repentinas y sin explicación: En muchos casos, cuando algo sube demasiado rápido sin un motivo aparente, suele haber algo detrás. Recuerda que el volumen nunca es una garantía de valor real.
Apóyate en formación constante: Entender los mecanismos del mercado y conocer estas prácticas es clave para sobrevivir en este mundo. Por eso, siempre insisto en la importancia de la educación financiera, ya sea a través de cursos, libros o plataformas como la formación en trading.

Conclusión

El wash trading es una de esas prácticas que, aunque parece lejana o propia de “otros”, puede afectar directamente a cualquier inversor. Su capacidad para distorsionar el mercado, manipular precios y engañar a los participantes lo convierte en un riesgo real que no debe subestimarse.

Por eso, entender cómo funciona, por qué se hace y cómo detectarlo no es solo un ejercicio académico, sino una herramienta fundamental para operar con mayor claridad y evitar errores costosos.

Mantente alerta, infórmate, y no dejes que una apariencia de liquidez te haga tomar decisiones equivocadas. Al final, los mercados premian a quienes se preparan y castigan a los que se dejan llevar por las apariencias. Como siempre digo: en bolsa, lo que parece evidente… muchas veces no lo es.

contacto@pablogiltrader.com

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