A lo largo de mi carrera en los mercados financieros, he aprendido que las oportunidades raramente aparecen donde todos están mirando. Es más, muchas veces el verdadero potencial está escondido justo en los rincones menos transitados del mercado. Uno de esos rincones, que a menudo pasa desapercibido para el inversor medio, es el universo de las Small Caps. Las acciones de baja capitalización no suelen aparecer en las portadas de los medios financieros ni lideran los rankings de volumen de negociación diaria. Pero eso no significa que no tengan valor. De hecho, pueden ser una de las fuentes más interesantes de rentabilidad si sabes dónde y cómo buscar. En este artículo quiero compartir contigo lo que he aprendido sobre ellas a lo largo de los años, incluyendo aciertos, errores y lo que considero claves prácticas para incorporarlas con cabeza en una cartera diversificada.
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