La relación inversa entre los precios de los bonos y las tasas de interés es una de las razones fundamentales por las que los fondos de renta fija pueden perder valor cuando las tasas de interés aumentan.
Cuando los tipos de interés suben, los precios de los bonos existentes caen para hacer que sus rendimientos sean más competitivos en comparación con los nuevos bonos emitidos con tasas de interés más altas. Esto se debe a que los bonos existentes con tasas de interés más bajas ahora ofrecen un rendimiento inferior en comparación con los nuevos bonos, lo que hace que su valor en el mercado disminuya.
Además, los bonos con vencimientos más largos tienden a experimentar una mayor volatilidad en respuesta a los cambios en las tasas de interés en comparación con los bonos con vencimientos más cortos. Esto se debe a que los bonos con vencimientos más largos tienen una duración más larga, lo que significa que sus precios son más sensibles a los cambios en las tasas de interés.
Por lo tanto, los fondos de renta fija que invierten en bonos con vencimientos más largos pueden experimentar mayores fluctuaciones de valor cuando las tasas de interés cambian.