Si llevas un tiempo planteándote cómo dar el paso hacia la inversión con sentido y a largo plazo, probablemente te hayas topado con el concepto de cartera indexada. Y es lógico: en los últimos años, este tipo de producto se ha popularizado entre quienes buscan una forma de invertir de manera diversificada, con bajas comisiones y sin necesidad de estar pendiente del mercado todos los días.
Después de casi cuatro décadas en los mercados, puedo decirte que la mayoría de inversores principiantes cometen un error común: intentar batir al mercado desde el primer momento. En cambio, las carteras indexadas parten de una lógica distinta: replicar el mercado en lugar de intentar superarlo. Y eso, para la mayoría, suele ser una decisión más rentable y sostenible a largo plazo.
Vamos a ver en qué consisten, cómo funcionan y por qué pueden ser una excelente herramienta dentro de una estrategia de inversión.